miércoles, 26 de octubre de 2016

Emplear Moodle no garantiza la calidad de un curso a distancia 2/2

En la anterior entrada comenté sobre la necesidad de preparar a los profesores que trabajan en ambientes digitales a distancia. La preparación debe iniciarse por el diseño instruccional de su asignatura, comprender que no es la plataforma la clave del éxito, menos del aprendizaje, sino la organización de todas las actividades.

Esta organización, se inicia en el diagnóstico del estudiante. En aquellos casos donde los estudiantes, no importa su nivel educacional, tienen poca o ninguna experiencia en este tipo de ambiente y/o en los procesos a distancia se requiere de ayudas extras, de tiempos más extensos o de cursos previos. Con los profesores de nuestra Universidad planteamos varias estrategias, una de ellas consiste en la creación de exámenes en línea con carácter diagnóstico y que pueden resolver tantas veces deseen.

Además de estas sugerencias planteamos un grupo de indicadores que permiten al profesor evaluar su aula digital, entre ellos los más importantes son:

1-   Organizar todos los recursos, actividades y bloques en función del estudiante y no del profesor.
2-   Facilitar el desarrollo integral del estudiante. No se trata solamente del contenido, se debe velar por lo estético del aula, sus combinaciones de colores, la formación de valores como la responsabilidad, la puntualidad en la entrega de trabajos, entre otros.
3-   Permitir con facilidad el acceso del estudiante a todos recursos disponibles.
4-   El estudiante debe sentirse “cómodo” dentro de la plataforma y en el aula digital. Significa un acceso sencillo, el empleo de temas visuales que acopañen la lectura, colores claros y con contrates aceptables, tamaño de la letra adecuado, entre otros elementos.
5-   Presencia de suficientes ayudas informativas, insistiendo en lo gráfico para ahorrar tiempo en la lectura. Sugerimos la creación de mapas conceptuales en los que se indiquen las unidades de la asignatura.
6-   Posibilidad de colocar su fotografía y una breve descripción de sus intereses y gustos.
7-   Diversas formas de comunicación en la plataforma. Evitar ruidos en la comunicación al crear canales paralelos. En el caso de emplear WhatsApp debe exigirse que solo sea para comunicaciones puntuales.
8-   Existencia de recursos que permitan construir su conocimiento con la ayuda de los demás estudiantes. La presencia de foros y el trabajo en grupo son dos pilares importantes.
9-   Descargar archivos de cualquier tipo de formato y subir aquellos en formatos establecidos. No abusar de la cantidad de archivos a descargar ni tampoco convertir el aula en un almacén digital.
10- Control por parte del profesor de los accesos de los estudiantes a todos los recursos de contenido e interacción desarrollados,
11- Emplear diferentes recursos para la evaluación al estudiante.
12- Sección o espacio de novedades y de consultas al profesor.
13- Organizar el trabajo en el aula a partir de condicionales.

Los condicionales en la organización del aula digital.

El último punto de los indicadores anteriores viene a constituirse en una de las bases de la organización del aula digital. Se trata de incorporar restricciones de acceso o condicionales a las diferentes tareas que se ejecutan en dicha aula. Por ejemplo antes de responder una tarea evaluativa, el estudiante debe iniciar la lectura de los contenidos teóricos y participar en un foro exponiendo su criterio y complementando el de otros de sus compañeros. Una vez que realiza esas tareas, se habilita la evaluación de dicho tema.
  
El esquema ilustra el recorrido del estudiante antes de alcanzar la tarea evaluativa
Los condicionales contribuyen a la mejora en la organización del estudiante, reduce el tiempo en la plataforma y crea un clima que favorece la motivación y el interés. El establecimiento de los condicionales permite el desarrollo de las competencias de los estudiantes, mejorando su autonomía y la seguridad en todo el recorrido por las diversas actividades que va a encontrar en el aula digital.

Un ejemplo de restricciones. En este caso es necesario ver previamente un video
para avanzar a esta actividad.

Es de esperar que lo anterior contribuye a disminuir la cantidad de deserciones que se experimentan en los cursos a distancia.

Moodle es la plataforma, pero no es la garantía del éxito en el curso. El aula digital es construida por el profesor, su calidad no depende del empleo de Moodle, sino de la organización didáctica del aula, que se inicia en su diseño instruccional. 

jueves, 20 de octubre de 2016

Emplear Moodle no garantiza la calidad de un curso a distancia.

Moodle es la plataforma open source más empleada, sus casi 95 millones de usuarios, matriculados en 11 millones de cursos distribuidos en 232 naciones, es un aval impresionante, para una plataforma que sigue viva y competitiva. 

Su versatilidad es tan amplia que se emplea tanto para cursos con alta regulación, que en aquellos bajo la concepción de un Mooc. Esto es posible por la variedad de recursos y actividades disponibles, complementado con el acceso a varios bloques. La instalación estándar, presenta 14 diferentes tipos de actividades, 7 recursos y más de 20 bloques, esto sin agregar los complementos elaborados por terceros.

La combinación de recursos, actividades y bloques puede transformar el aula digital en un ambiente agradable para el aprendizaje del estudiante y en un laboratorio de investigación para el profesor. Las estadísticas que se obtienen de la mayoría de las actividades en la plataforma, son útiles para el análisis de las rutas seguidas por los estudiantes.

El sitio de nuestra Universidad, (Autónoma Gabriel René Moreno) acoge a casi 11 mil estudiantes, que representan alrededor del 12% de todos los matriculados. Las actividades más utilizadas en las aulas digitales son por este orden: archivos, cuestionarios, foros, lección, tarea y libro. Algunos como los paquetes SCORM, las bases de datos, las etiquetas, las encuestas, los glosarios y las consultas son pobremente empleados.

Moodle que por su versión 3.1, mantiene su sistema de acreditación internacional (MCCC), ofrece una variedad de formas de ayuda en línea y con su renovación permanente, es casi imposible resistirse a desarrollar un curso. En especial si este se centra más en los contenidos y menos en la relación entre sus actores. Pero no es la plataforma, como tampoco la tecnología, la responsable de la calidad del curso.

Entonces de qué depende.

Empecemos por lo más evidente, la preparación de los profesores. Esta se inicia no en el conocimiento de la plataforma, sino en el diseño instruccional de su asignatura tomando en cuenta que toda o una parte de la instrucción se desarrollará en ambientes digitales.  En el caso de nuestra Universidad, desarrollamos un modelo de diseño instruccional adaptado tanto a las características de los docentes y estudiantes como a la organización de la enseñanza donde las aulas digitales también se emplean en cursos presenciales. Este modelo cubre tres etapas, diagnóstica, metodológica y aplicativa, que dan como resultado final la creación del aula digital y su permanente perfeccionamiento. 

El diagnóstico de las necesidades de los estudiantes es el punto de partida para la organización de los ambientes virtuales. A veces se considera que enseñar al estudiante cómo trabajar en la plataforma es suficiente para que se inicie en este tipo de ambientes. En ese caso es una equivocación, es más importante que el estudiante comprenda su rol, que admita sus responsabilidades y se organice para trabajar a distancia antes que entender el significado de los iconos y cómo se emplea este u otro recurso.

Recientemente en un curso que desarrollé en esta plataforma, los organizadores insistieron más en el empleo de la plataforma y no en el desarrollo de las  habilidades de los participantes para trabajar a distancia. En el grupo de matriculados, solo 3 de cada 10 hizo un curso a distancia. En la primera semana de clases los reclamos estuvieron dirigidos a problemas técnicos, organizativos, de tiempo disponible y en especial los relacionados con la comprensión lectora. Por lo general se "ve" la pantalla y el texto pero no se leen todas las instrucciones.

En dicha primera semana comprobé que la primera actividad, un libro con pocas páginas y poco texto, uno de los matriculados lo revisó 177 veces y en promedio todos lo hicieron más de 20 veces. En el siguiente libro, la cifra disminuyó, el que más lo leyó lo hizo 45 veces y un promedio general para todo el grupo de 10 veces. El tercer y final libro fue leído 26 veces por una persona, con un promedio general de 5 veces. La disminución es consecuencia directa de la experiencia que fueron acumulando en los primeros días y que no dependía por completo del manejo de la plataforma, sino de las habilidades que debían desarrollar previamente. Para ese curso confeccioné un listado de consejos para los estudiantes a distancia. 
  

La organización del trabajo en el aula digital.

El aprendizaje en ambientes digitales requiere de una organización particular, que se inicia como expresamos anteriormente en el diseño instruccional. No son los recursos de la plataforma el punto de partida, es lo que se aspira a lograr. Moodle es una plataforma vertical en la relación profesor estudiante, por ello nuestra meta en la Universidad es trabajar con los profesores en transformar las actuales aulas digitales de carácter tradicional en aula digitales extendidas, donde prime el trabajo grupal y el empleo de las redes sociales.

Para alcanzar ese último nivel se requiere un cambio en la forma en que percibimos el aprendizaje del estudiante, en la manera en que empleamos los recursos de la Web, la plataforma y en especial el compromiso del estudiante por su aprendizaje y su desarrollo integral.

La organización del aula digital también pasa por la distribución de los recursos, actividades y bloques que incorpora la plataforma. Como leemos de izquierda a derecha es preferible que los bloques aparezcan al lado izquierdo, dejando el espacio restante para los recursos y actividades. Moodle permite modificar la configuración de la página central del curso a través del formato de curso. En nuestro caso estamos empleando el formato “temas en pestañas” que tiene un diseño que permite la visibilidad de modo horizontal de todos los temas o unidades. Así se reduce el empleo del mouse para hacer scroll adaptándose con facilidad al trabajo con celulares.
Tema en pestañas, que evita el manejo vertical de la información.

Otro elemento que insistimos es la presencia de suficientes ayudas gráficas, comenzando por mapas conceptuales o mentales, que ayuden al estudiante a “ver” rápidamente la organización de los contenidos.

El mapa tiene el objetivo de orientar rápidamente a los estudiantes de los temas a tratar durante el semestre

Por último en el trabajo con Moodle, propusimos a los profesores crear condiciones o restricciones de acceso en la mayoría de las tareas. Es decir que el estudiante para seguir a otra tarea debe cumplir un grupo de requisitos previos, lo que obliga a seguir un orden lógico. Sobre este tema comentaré en el siguiente comentario.